Alteraciones del sueño en las enfermedades alérgicas
Las enfermedades alérgicas
Las enfermedades alérgicas son un problema de salud mundial, con una incidencia que va en aumento. Se considera la epidemia del siglo 21, ya que aproximadamente el 15 % de la población occidental padece una enfermedad alérgica. Estas pueden tener un impacto negativo en la calidad de vida, bienestar en general, actividades diarias, limitaciones en actividades laborales, sociales y de entretenimiento.
El sueño
Pasamos dormidos aproximadamente una tercera parte de nuestras vidas. Esto es esencial para un adecuado desempeño físico y mental. Las alteraciones de sueño en pacientes con enfermedades crónicas pueden empeorar sus síntomas. De los pacientes adultos, un 35% ha presentado disturbios temporales u ocasionales del sueño, y un 10-20% lo padecen de manera crónica. Esto afecta a los individuos en sus áreas cognitiva, funcional y psicológica. Las alteraciones del sueño son de gran importancia en la consulta alergológica. Tanto es así, que éstas se toman en cuenta al momento de la clasificación de severidad de las enfermedades como el asma y la rinitis alérgica. Las afecciones del sueño más frecuentes son la dificultad para conciliarlo, para mantenerlo, que el mismo no haya sido reparador y los trastornos asociados a la respiración; provocando somnolencia diurna y alteración en actividades diarias.
Alteraciones asociadas a la respiración
Comprende un amplio espectro de anormalidades, desde el ronquido hasta la apnea obstructiva del sueño. Aproximadamente 50% de los pacientes por encima de los 50 años presentan ronquidos.
Alergia respiratoria y alteraciones del sueño
La rinitis alérgica interfiere con la calidad del sueño en distintas maneras, tanto por los síntomas como por las enfermedades subyacentes. Los sujetos con congestión nasal debido a rinitis alérgica tienen 1.8 veces mayor incidencia de presentar alteraciones moderadas a severas del sueño. Aproximadamente uno de cada tres (36%) pacientes con ronquidos tiene alguna sensibilidad positiva hacia aeroalergenos.
La calidad del sueño en los pacientes con rinitis alérgica depende de su severidad. La congestión nasal leve provoca alteraciones en la misma en el 71% de los casos, alcanzando cifras de 83 y 90% en pacientes con congestión nasal moderada y severa respectivamente.
En cuanto a los niños con broncoespasmos, la afección mas frecuente es la dificultad para conciliar el sueño. Asimismo, es muy frecuente que presenten un sueño poco restaurador, y consecuentemente somnolencia diurna, cansancio y fatiga crónica.
Los adultos con asma no controlado presentan disfunciones en muchas áreas, tanto cognitivas, emocionales y psicosociales como limitaciones en las actividades físicas. Entre un 80 y 90 % de los pacientes con asma mencionan haber experimentado al menos una vez en sus vidas síntomas nocturnos. Entre éstos, la tos y la falta de aire son los más frecuentes, ocasionando despertares, falta de conciliación del sueño y sueño no restaurador.
Enfermedades alérgicas en piel y alteraciones del sueño
Entre los pacientes que tienen ronchas en la piel durante varias semanas, aproximadamente un 54 % presentan interrupciones al dormir, y un 41 % de los mismos tienen dificultad para relajarse durante el día, recurriendo frecuentemente a la toma de sedantes para disminuir las molestias y lograr conciliar el sueño. Los pacientes con dermatitis atópica frecuentemente también presentan alteraciones del sueño, principalmente en la calidad del mismo. Para las patologías mencionadas habitualmente se consumen antialérgicos de primera generación como difenhidramina (benadryl ®) o clorfeniramina (dexalergin ®). Estos medicamentos producen síntomas de sedación en 10 a 50% de los pacientes e inducen sueño. Sin embargo, se observan las siguientes desventajas: dificultad para despertar, prolongación del sueño y reducción del estado de alerta. Pueden incluso reducir la función cognitiva (atención, tiempo de reacción) y disminuir las habilidades en actividades diarias como manejo, trabajo y aprendizaje.
Conclusiones
Los pacientes alérgicos no sólo tienen síntomas durante el día, siendo muy comunes las alteraciones del sueño. Las mismas se relacionan de manera directa con la severidad de la alergia. Es por lo tanto fundamental el diagnóstico y tratamiento oportuno del asma, rinitis y alergias cutáneas a fin de mejorar el sueño y con ello, la calidad de vida.