Tu compañero en la cama: EL ÁCARO
El polvo de casa esta compuesto por escamas de piel humana, fibras, hongos, bacterias, virus, pólenes, insectos, pelos de animales, restos de alimentos, plantas de interior y ácaros.
Los ácaros son una variedad de arácnidos, de los que existen miles de especies. Los ácaros del polvo doméstico miden entre 0,2 y 0,5 mm. Viven de manera óptima entre 25 y 35 grados C y 60%-80% de humedad ambiente. Por esto es que se desarrollan de manera óptima en el dormitorio y en especial en sábanas, almohadas, alfombras, cortinas, peluches y colchones. Los síntomas de la alergia a los ácaros son en su mayoría de tipo respiratorio: rinitis, conjuntivitis alérgica y asma.
En el caso de la rinitis el paciente sufre episodios de estornudos en salva (más de 10 seguidos), picazón nasal, goteo de mucosidad transparente y nariz tapada. Muchas veces estas personas tienen conjuntivitis alérgica: picazón de ojos, ojos rojos y lagrimeo. Aproximadamente un 30% de los pacientes con rinitis alérgica puede tener síntomas de asma: tos, falta de aire, chillidos en el pecho e intolerancia al ejercicio o a la risa.
El primer paso para tratar adecuadamente cualquier alergia es determinar su causa. Para eso el especialista en Alergia hace pruebas en piel, análisis de sangre y pruebas de provocación en caso de ser necesario.